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Posibles implicaciones del ENOS en la acuicultura del Ecuador

El Niño (ENOS) es un evento climático que se caracteriza por el calentamiento anormal de las aguas del Océano Pacífico en la región ecuatorial. Este evento tiene efectos significativos en la acuicultura en Ecuador, ya que el país es reconocido por su industria acuícola y depende en gran medida de la producción de camarones y otros productos marinos.

El impacto del ENOS en la acuicultura ecuatoriana puede ser tanto positivo como negativo, dependiendo de la intensidad y duración del evento. Algunos de los efectos más comunes son los siguientes:

Cambios en la temperatura del agua: Durante el ENOS, las aguas superficiales se calientan significativamente, lo cual puede afectar negativamente a las especies acuáticas cultivadas en estanques o jaulas. Los cambios bruscos de temperatura pueden estresar a los organismos, debilitar su sistema inmunológico y provocar enfermedades o mortalidades masivas.

Variaciones en los patrones de lluvia: El Niño también puede traer consigo un aumento en la frecuencia e intensidad de las lluvias en algunas regiones. Esto puede llevar a la inundación de los estanques o a un exceso de agua dulce en las áreas costeras, lo cual puede afectar la salinidad y calidad del agua, afectando negativamente a los cultivos acuícolas.

Cambios en los patrones de corrientes marinas: Durante el El Niño, las corrientes marinas pueden alterarse, lo cual puede tener un impacto en la disponibilidad de alimentos para los organismos acuáticos. Esto puede llevar a una disminución en la producción de fitoplancton y zooplancton, afectando la cadena alimentaria y la salud de las especies cultivadas.

Mayor incidencia de enfermedades: Las condiciones ambientales adversas asociadas al evento El Niño pueden aumentar la incidencia de enfermedades en los organismos acuáticos cultivados. Los cambios de temperatura, salinidad y calidad del agua pueden favorecer el crecimiento de patógenos y disminuir la resistencia de los animales, lo que puede resultar en brotes de enfermedades y pérdidas económicas para los acuicultores.

Interferencia con la logística e infraestructura: La variación e intensidad en las lluvias o precipitaciones, incidirá en el transporte de insumos y productos de siembra, crecimiento y cosecha utilizados en el cultivo de camarón. Adicionalmente la infraestructura y equipos se afectan de forma negativa en base a la periodicidad de las lluvias, debilitando en algunos casos muros, paredes, techos, compuertas, así como averiando equipos que son utilizados al aire libre.

Alteraciones fisiológicas de los animales cultivados: Es básico y esencial aceptar que la biología integra y especialmente la fisiología de los organismos utilizados en acuicultura experimenta alteraciones en varios aspectos de su ciclo biológico relacionados a las variables climáticas anómalas y esto desencadena cambios en los ritmos de alimentación, crecimiento y reproducción de las especies cultivadas.    

Dependiendo de la intensidad en que se manifiesta los efectos del ENOS en nuestro país, podríamos tener escenarios adversos similares a los presentados durante el periodo  1997-1998, en el cual la industria camaronera ecuatoriana quedó devastada. Se calcula que se generaron pérdidas por alrededor de 100 millones de dólares en infraestructura y 200 laboratorios de larva de camarón dejaron de funcionar dejando a la población vulnerable del sector sin puestos de trabajo (CEPAL, 1998).

Sin embargo, es importante destacar que el ENOS no afecta de la misma manera a todas las regiones de Ecuador ni a todos los sectores acuícolas. Algunas zonas pueden experimentar impactos más significativos que otras, dependiendo de su ubicación geográfica, en nuestro país por eso se vuelve prioritario que la industria realice un diagnóstico de los puntos críticos en sus instalaciones, con el fin de establecer protocolos y metodologías para mitigar los posibles efectos generados por el ENOS, lo cual debería ser complementario por políticas y planes a nivel gubernamental con el fin de sostener a la industria ante posibles escenarios adversos.

De las lecciones aprendidas el sector acuícola de nuestro país ha desarrollado estrategias para hacer frente a estos eventos climáticos, como la implementación de sistemas de monitoreo y control, mejoramiento genético de las especies cultivadas y diversificación de las actividades acuícolas:

Mejoramiento genético: De las especies cultivadas, por ejemplo, utilizar alevines de peces y nauplios de camarones resistentes a las enfermedades y condiciones ambientales. El uso de estas cepas puede ayudar a reducir el riesgo de brotes de enfermedades durante el ENOS.

Gestión de la calidad del agua: Una buena gestión de la calidad del agua es esencial para la salud de peces y camarón. Esto incluye implementación de sistemas de monitoreo y control, por ejemplo, controlar la temperatura del agua, la salinidad y los niveles de oxígeno disuelto.

Entre las acciones inmediatas que se deberían implementar en nuestro país es gestionar un sistema de alerta temprana para el sector acuícola ante posibles escenarios del ENOS, paralelo a esto la industria debería realizar un diagnóstico de los puntos críticos en sus instalaciones, con el fin de establecer protocolos y metodologías para mitigar los posibles efectos generados por este fenómeno océano atmosférico, lo cual debería ser complementario por políticas y planes a nivel gubernamental, con el fin de sostener a la industria ante posibles escenarios adversos. Aplicando estas medidas, los productores acuícolas pueden reducir el impacto del ENOS y garantizar el éxito en la industria acuícola.

Comunicación / IPIAP